El invierno es una época maravillosa del año, pero cuando tienes un recién nacido, puede ser un desafío mantenerlo abrigado y cómodo. Aunque la tentación de comprar una gran cantidad de ropa es fuerte, la clave está en elegir sabiamente las prendas esenciales que realmente necesitará tu bebé. Si te sientes un poco perdida sobre qué es imprescindible para tu recién nacido en esta temporada fría, no te preocupes; en Gestión Textil te contamos algunos tips para cubrir todas sus necesidades básicas.
- Bodies y mamelucos: los bodies y mamelucos son piezas fundamentales en la ropa de recién nacido en invierno. Lo recomendable es escoger modelos de manga larga y materiales suaves como el algodón o la lana merina. Este tipo de materiales mantienen a tu bebé cálido y cómodo durante todo el día. Además si escoges los mamelucos que incluyen cierre con botones o cremalleras, te facilitarán y ayudarán a la hora del cambio de pañales.
- Patucos y calcetines: los patucos y calcetines ayudan a mantener los pies de tu bebé cálidos. Escoge calcetines hechos de materiales suaves y que no aprieten demasiado, para evitar molestias.
- Gorros: los gorritos son una muy buena opción para invierno, ya que al cubrir la cabeza y orejas de tu pequeño/a se sentirá cómodo y calentito.
- Saco para bebé: un saco para bebé es una opción muy recomendada para el invierno. Estos sacos, que se utilizan como sacos de dormir o para salir de paseo, ayudarán a mantener a tu bebé bien arropado sin riesgo de que se destapen.
¿Cómo vestir al bebé para dormir?
Para garantizar que tu bebé duerma bien, es recomendable que la temperatura de la habitación esté a unos 20-22 ºC. En cuanto a la ropa, bastará con un body de manga larga o un pijama que sea suave y transpirable, además de taparlo con una manta.
Por otro lado, aunque el pijama le cubra los pies, déjale puestos los calcetines para que se mantengan calientes, ya que las extremidades se enfrían primero.
¿Cómo saber si está bien abrigado?
Si tienes dudas sobre si tu bebe está bien abrigado, puedes tocar su cuello o espalda; si están tibios al tacto, tu bebé está en una buena temperatura.
Para evitar el sobrecalentamiento puedes ir revisando si está sudando o se muestra inquieto, si es así, prueba a ajustar la cantidad de capas.
Por otro lado, asegúrate también de que la habitación esté a una temperatura adecuada, generalmente entre 16 y 20 grados, para mantener a tu bebé cómodo y seguro.